Megaconfirmado: El que fuera el gran jefe del PP en el Sur, Felillo Sierra, no va en ninguna plancha del partido. No va ni de de adorno en la cola de su antaño feudo pepero aronero. Y ha sido desterrado de la lista insular del PP.
Y no será porque no haya tenido oportunidad de lucir sus habilidades políticas y su capacidad de gestión durante este mandato, ya que ha sido (y es) presunto concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Arona y, además, ha formado parte del gobierno del Cabildo de Tenerife (mientras duró el pacto CC-PP).
Quizás uno de los principales motivos de su fulminación política ha sido, precisamente, que se ha lucido en exceso. Y no precisamente en gestión…
Su papel en el Ayuntamiento de Arona ha sido surrealista. Porque solo se ha destacado por su vistosa ausencia: no ha pasado por las salas de plenos y de comisiones ni siquiera para ver si seguían existiendo. Se ha limitado simplemente a guardarse su acta de concejal en el bolsillo y a asegurarse de que su sillón consistorial permaneciera vacío durante todo el mandato y, como colofón de tan compleja y abnegada dedicación política.
Pero no vayan a creer que se ha tocado los cataplines opositores. Oposición sí ha hecho, y mucha. Pero no al grupo de gobierno al que supuestamente debía fiscalizar. Sino a Águeda Fumero, número uno de la lista aronera del PP hasta hace unos meses. Aunque para qué aclaro esto… lo más difícil es dar con alguien que no haya oído a Felillo despotricar contra su compañera de partido (y antaño mano derecha). Como ven, una abnegada y entusiasta dedicación a la lucha por el interés general de los administrados aroneros. Sí señor!
Es más, tan importante debía ser para los aroneros acabar con Águeda, que hasta se ha aliado con Berto para sumar esfuerzos contra ella. Bueno, también han sumado esfuerzos lengüínes contra el magistrado que instruye el Caso Arona (playero, como Felillo). La historia le reconocerá su gran labor municipal, sin duda, jajajajajajaj.
Sin embargo, lo mejor lo mejor lo súper mejor del uso que ha dado al acta de concejal que obtuvo con la confianza de sus votantes, es la leyenda que ha florecido para justificar su empecinamiento en no ceder ese acta a otro compañer@ de partido que, al menos, se hubiera encargado de calentar la silla que él prefirió dejar vacía durante cuatro años. Dice esa leyenda que tal celo por guardar en un cajón su acta de concejal responde a un pacto secreto con Berto y con su CoCa, según el cual Felillo debía permanecer en la retaguardia sin ceder su acta consistorial para poder ejercer de flotador salvavidas del gobierno coalicionero. Sostiene la leyenda que el compromiso fue que si fallaba algún concejal de CC (por ejemplo por enfermedad) y que si el gobierno bertista se hubiera visto apurado para sacar adelante algún tema importante (ya que CC gobierna con una mayoría absoluta muy justita), ahí hubiera entrado Felillo con su acta guardada para ayudar al gobierno a sacar adelante sus asuntos y sus cosas.
Eso sin contar la teoría que él ha defendido para explicar por qué es el político más imputado del Caso Arona (no en número de cargos, que en eso le gana Berto, sino en gravedad). Jajajaj, aunque esa historia mejor la dejo para mañana, porque es buenísima (aunque también la sabe ya mucha gente) y porque tengo otras cosillas que postearles hoy. Y es que lo de Felillo y el Caso Arona es de pulitzer…
PD: En lo del más imputado, debo corregir, porque le gana Cheché.
—->Les aviso de que hoy toca empacho de PP, uff, aunque solo sea por dejar descansar a Berto, que agüita la que le viene con la última entrega de Crazy Horse.
(Post en versión Beta–> Pendiente de mejoras de edición)
Cuanto me alegro…
Es el primer paso hacia todo lo que se le viene encima! Suerte Felillo, pidele a Berto que te eche una mano ahora.