El Ayuntamiento se expone a perder cualquier derecho sobre la Casa Museo del Vino después de haber invertido en la misma (y de forma ilegal) más de 300.000 euros
Pasen y vean señor@s, que este espectáculo de payasos no tiene desperdicio. Logrará impresionarles para el resto de sus vidas, jajajajjaja, si no siguen acumulando más perlitas de estas a su abultada saca de payasadas mayúsculas. Como yo misma soy consciente de que cuesta creer que pueda haber gestores públicos tan cantamañanas, voy a contarlo gráficamente, tomando como fuente inicial el Inventario de Bienes ese que el gobierno aronero de Coalición Canaria que ha revalidado su mayoría absoluta (y que ha batido un récord de abstención en España, jeje) se ha decidido a sacar del armario. Se pusieron a encargarlo en 2003, en pacto con el PP, después de un montón de años sin llevar ningún control riguroso de las propiedades consistoriales (lo cual es ilegal, claro). Según el alcalde y su concejal de Hacienda, está listo desde hace como tres años. Pero miren cuando han venido a ¿atreverse? a aprobarlo y a sacarlo a exposición pública (por joyitas como la que viene ahora).
–> Ésta es la ficha del inventario que recoge la ‘propiedad’ consistorial de la Casa del Vino, ubicada en la Calle La Bodega del casco aronero. Figura que fue dada de alta en 2008 (pero de alta dónde? ¿En este inventario? ¿En el catastro? ¿En…? ). Su «coste de reposición» (¿?) es de 431.263 euros. Hasta aquí todo parece normal.
–> La siguiente ficha refleja los linderos y sus referencias catastrales y, uy, una ligerísima incoherencia. La propiedad, según el título (se supone que de propiedad) es de 374 metros cuadrados, pero que en realidad, la superficie estimada actual es de 385 metros cuadrados. (No se aporta el dato del apartadito «superficie catastral», ni los datos registrales (tomo, folio y demás) ¿? ). Pero bueno, vamos a barrer para casa con ese ligerín desajuste en la superficie de la parcela y a dejarlo pasar, que para una vez que sale ganando el patrimonio público aronero en ese sentido…). Se le asigna un «valor contable de venta» de 176.118 euros (que ese es el precio de mercado al que puede venderla el Ayuntamiento, o que eso costó la adquisición del inmueble?).
Fíjense que en la parte alta de la fich, junto a donde pone «Estado de Posesión» consta Plena Posesión» (lo lógico, vamos).
–> Ahora viene la ficha en la que se detallan las inversiones realizadas por el Ayuntamiento en la rehabilitación Casa Museo del Vino supuestamente público. Esas inversiones fueron dadas de alta (seguimos sin saber donde) entre el 30 de diciembre de 2009 (época de mayoría bertista, aunque esas obras empezaron mucho antes, ¡en el mandato 2003-2007 para ser más exactos!!) y el 24 de mayo de 2010 (hace un añito). Pues bien, ese proyecto de rehabilitación forma parte del Caso Arona, porque los trabajos fueron adjudicados a dedo, sin concurso público, fraccionando los contratos de forma intencionada para que parecieran obras menores (que no necesitan ser licitadas), … Y más cosas (no me extiendo porque hoy no es ese el tema principal).
Y, tachaaaaaaan, aquí viene el estupor: «ESTE INMUEBLE ESTÁ INSCRITO EN LA FINCA 1479-N, TOMO 670, LIBRO 231, SEGÚN EL ANTIGUO INVENTARIO, PERO EL AYUNTAMIENTO NO APARECE COMO PROPIETARIO DE ESTA FINCA EN EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD» 😮 !!!
Pe pe pe pero si el registro de la propiedad asigna la propiedad de este inmueble a otro propietario, entonces ¡esta administración pública no es la dueña! ¡Al menos no con todas las de la Ley!
Lo que puede pasar con esta casona:
Por una vez, vamos a ponernos en plan Berto el alcalde y a agarrarnos a un clavo ardiendo: Igual resulta que el ayuntamiento tiene algún tipo de garantía de que aunque el dueño registral sea otr@, la propiedad y disfrute del inmueble es entera, exclusiva e impenablemente consistorial. Yo qué sé, podríamos suponer por ejemplo que adquiere derechos al desembolsar dinero público, o al no haberse producido ninguna reclamación de los propietarios registrales desde hace años… Con lo que no cabría temer que semejante inversión pública (al inmueble en esa ficha le asignan un valor neto de 307.217 euros, pero ni sé si eso es igual a la suma desembolsada por las arcas públicas en ese inmueble, ni sé si en las cifras que aporta en ese sentido están incluidos los casi 52.000 euros que aparecen abajo, en relación a equipamiento y acometida «en B.T».
Peeeeeeeero agárrense, no se olviden, esto es Arona en versión bertista-CC, y todavía queda lo mejor.
Les desvelo ya que el clavo ardiendo está bien jodido de agarrar (y eso que el alcalde y su ‘trup’ ya deben tener callo y músculo hasta en los meñiques de tanto practicar lo de agarrarse a clavos ardientes). Existe un convenio de cesión de ese inmueble. Fue un ‘regalo’ que hizo la familia Tavío Bello al patrimonio público aronero como plus del convenio que firmaron con el Ayuntamiento en relación a otros bienes (ese convenio lo detallo en otro post, que también tiene miga, y una historia bueníííííííísima narrada por su protagonista estrella (nadie del bertismo).
Otro convenio consistorial incumplido!!!
Al grano. Prepárense: El Ayuntamiento ha incumplido ese convenio. No ha respetado la parte del trato en el que se enmarca la cesión de la Casa del Vino. ¿Saben qué significa eso? Pos’ que si quienes firmaron ese acuerdo de cesión con el Ayuntamiento a cambio de unas contraprestaciones que no se han hecho realidad van y deciden invocar su revocación y reclamar que les sean restituidos sus bienes, se pueden encontrar, entre otras muchíiiiisimas cosas, que son dueños de una Casa Museo del Vino particular, toda equipadita, para sus fiestas y parrandas familiares, de amigos… O quién sabe, para explotar empresarialmente ese tingladete. Uff, capaz que hasta triunfan del todo si reclaman lucro cesante al Ayuntamiento por el tiempo que han estado privados del disfrute y posibles beneficios económicos de sus bienes.
Otro pistoletazo bertista contra el sentido común, la legalidad y el interés de los aroneros.
O sea, un nuevo embolado que compromete seriamente a los bienes públicos, a las arcas municipales y, cómo no, al interés de los aroneros. ¿Y por qué? Pues porque a ninguno de los responsables políticos de Arona se le ocurrió nunca formalizar en el Registro de Bienes la propiedad de ese inmueble (cedido en los tiempos en los que Mario Spreáfico fue alcalde, en el trozo de mandato que presidió entre 1995-1999). Y, sobre todo, porque el gobierno bertista se precipitó a gastar dinero municipal en algo que no cumplía todas las de la Ley (jeje, y, además, de forma también incompatible por la Ley. O sea, mejor digo «que no cumplía casi ninguna de las de la Ley»).
¿Que por qué hizo Berto cosas como esa? Bueno, él diría que la culpa fue de Cheché (quien por cierto, ha estado chungo chungo de salud, hasta el punto de ser operado a vida o muerte el día antes de las elecciones del 22M, y que ya está recuperándose). Pero no cuela, quien autoriza el gasto es el alcalde. Y de todas formas, la relación de obras y gastos que consta en este inventario data de cuando ya Cheché no era concejal).
DESDE LUEGO COMO SIGAN GESTIONANDO EL AYUNTAMIENTO DE ESA FORMA NOS ARRUINAN. ESAS COSAS DEBERIAN DE PUBLICARSE MAS A DIARIO EN TODOS LOS MEDIOS POSIBLES PARA EL CONOCIMIENTO DE TODOS LOS CIUDADANOS HABER SI DESPIERTAN DE UNA VEZ ANTE DE QUE SEA DEMASIADO TARDE, PORQUE CON LO DE LA UNED, EL TEMA DE LA CASA DEL VINO Y OTROS VAMOS A TENER QUE PAGAR LOS ARONEROS Y ARONERAS LA MALA Y PELIGROSA GESTIÓN DEL GOBIERNO DE ARONA.
Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto, Berto …
Lo tuyo es para tema de psicología. Igual con un polvo de Berto te curas. Si alguien lo conoce que se lo mencione a ver si tienes suerte.
Sí claro que es un tema de Psicología: hago terapia contando hechos de interés general relativos a la gestión pública del alcalde más corrupto, más imputado judicialmente, más censor, irresponsable y ruin que conozco.
Y también tiene algo de psicológico lo de escribir para los aroneros en este blog, así purgo la pena de que la obsesión de este alcalde por silenciar mi pluma y por erradicar la fiscalización periodística a su gestión, le esté costando a este municipio desde hace un año un mínimo de 2.100 euros mensuales (ese es el impuesto revolucionario que paga a La Opinión, pero también paga otros por mantener callados a otros medios y periodistas).
Y una cosita, yo que tú me pensaba tu propuesta, porque solo faltaba que a mi mala leche antibertista se le juntara una mala follada.
A estas alturas, ¿te crees que alguien va a creer tu historia?. Tienes un historial que ahí queda. Y te puedo asegurar que no viene de los políticos o de tus enemigos, viene de varios de tus antiguos compañeros que te han visto trabajar y saben de tu estilo.
Igual con la mala follada se te quita la obsesión porque así descubres que igual no era para tanto.