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El político aronero ha cobrado durante buena parte de este mandato casi 1.000 euros mensuales no declarados.
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Su víctima empresarial, de origen extranjero, dejó de pagarle cuando fue informado de que ese tipo de abusos no son normales ni siquiera aquí.
Cuando uno cree que la política aronera ya no puede sorprenderle más, zas, llega la realidad y se queda luciendo ojos de cherne una semana… Grrr, de esta me pillo complejo de ingenua.
Me explico: que los partidos políticos se suelen financiar con dinero en B y que muchos políticos cobran sobresueldos no declarados de sus organizaciones político-empresariales, es algo que tengo asimilado hace mucho (bastante antes de que Bárcenas y el PP quedaran al descubierto en ese sentido; hasta en la transcripción de las escuchas del Caso Arona 1 hay ejemplos de eso –aunque pasaron desapercibidos para el instructor–). Pero descubrir que un concejal del Ayuntamiento de Arona ha estado sonsacándole a un empresario un ‘sueldo’ mensual de casi 1.000 euros durante este mandato aprovechándose de su miedo a cortarle el grifo por temor a represalias, es algo que me deja pasmada incluso a mí. Sigue leyendo