Melchior, elevado a los cielos por un artista que pinta «ángeles como demonios»

Miguel Rocha indica que lo que le extraña de la polémica por la presencia del presidente de Tenerife en su retablo es que estalle ahora y no cuando fue colocado en el altar, ¡hace cuatro años!

Era de esperar que un pintor que dibuja ángeles tan sumamente peculiares como los que aparecen en el cuadro «Exaltación de la eucaristía», obra de Miguel Rocha, tuviera sentido del humor. Y efectivamente, lo tiene. Tanto como para encajar entre risas que BlancaHari le hiciera la pregunta que tiene en ascuas a los haris: ¿Qué hace con la mano en la entrepierna el angelito que está debajo del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior (Coalición Canaria)? Bueno, y para encajar que centrara mi entrevista en Melchior, en ese ángel en concreto y en los que rodean al presidente tinerfeño en general.

«No me molesta para nada el cachondeo, y entiendo que» la presencia de «un político en el cuadro genere cierta polémica», indicó. «Lo que sí me ha extrañado es que el cachondeo y la polémica surjan ahora, cuatro años después» de que ese cuadro fuera colocado en el altar de la iglesia de Los Gladiolos (la parroquia de San Alfonso María de Ligorio, para ser más exacta).

Miguel Rocha, que como ya les conté es sobrino del también bien humorado Dionisio Rocha, cabeza de lista del PP de Arona, reconoció que desde que le encargaron el cuadro tuvo claro que se podía liar una algarabía más o menos sonada a cuenta de Ricardo Melchior. Más de una vez, admitió, se acordó de la sonada polémica que desató en 1997 el cuadro que hizo una compañera suya usando como modelo al entonces alcalde de Santiago del Teide, Pancracio Socas, (así como a su mujer, al párroco y a ella misma). Eso sí, dejando claro que entre ese controvertido cuadro religioso en el que el ya fallecido alcalde santiaguero pone rostro a un apóstol, con la llamita divina sobre su cabeza y todo, «hay mucha diferencia».

Entre las mismas Rocha citó que el político que aparece en su cuadro no pone rostro a ningún santo ni imagen divina (jajajaj, solo hubiera faltado que Melchior pusiera cara a un santo o al mismísimo dios, aunque no dudo que le sobre jeta para eso y para muuucho más. que su ‘discreta’ presencia en el retablo responda a que el obispo no estaba dispuesto a ceder protagonismo, no a sus reparos de Melchior para hacer de modelo divino 😉 ).

Y matizó también que en su caso no eligió a las personas que aparecen en el retablo, sino que se trata de una obra realizada «al gusto» de quien lo encargó, en este caso el párroco (Cristóbal) y el obispo Bernardo Álvarez (¡¡que con todo el morro encargó un cuadro exaltándose a sí mismo!! Se ve que su agradecimiento hacia el presidente tinerfeño por las perritas públicas que donó al Obispado no era tan inmenso como para cederle el protagonismo del altar de esta parroquia santacrucera).

Es más, aclaró que, cachondeo aparte, es erróneo decir que en ese retablo Ricardo Melchior asciende a los cielos.  En plan técnico argumentó que el presi de los mofletes colorados (dudo que sea por vergüenza) y los otros seis benefactores retratados «aparecen en línea horizontal por debajo de la cabeza del obispo, quien aparece en la línea central exaltando la eucaristía», y que las nubes de las que a mí me parece que emergen ascendiendo al cielo son en realidad un «efecto botafumeiro, como un halo de neblina» que les mantiene ‘fuera’ del tema central de la obra (la eucaristía, el cielo, los ángeles), en un plano independiente del celestial.

Enlazando con el cachondeo hari a cuenta de los gestos y las posturitas de los ángeles que rodean a ni pictóricamente San Melchior, el autor del retablo me aseguró que «no hay ninguna intención» ni relación entre los ángeles y las personas retratadas en el cuadro, «ya que exaltan a la eucaristía, no a los otros». Según su testimonio, los ángeles no saben ni que están Melchior y los demás humanos están ahí (no sé si eso incluye al obispo). Hacen bien los ángeles ignorando al político 😉 (aunque pa’ mí que no es tan casual que algunos de los querubines que lo rodean tengan gesto de espanto y actitud de salir por patas huyendo de su lado. Igual es que cuando se empezaron a coscar del peligro tomaron vida propia, jajajajja).

Ooooooooh, qué respuesta más aséptica ésa de los ángeles 😦 . Con el vacilón que nos traemos Belén de Vil, aquí BlancaHari y los seguidores de nuestros blogs con la mano del angelito que está debajo del nada santo presidente tinerfeño y con los gestitos llamativos de los querubines que están cerca de él 😉 . Eso sí, se tronchó de risa con la pregunta y con los detalles que le di sobre nuestra juerga a cuenta de ese ángel, concurso bloguero incluido.

((Por cieeeerto, el concurso ya tiene ganador. Y no es por nada, pero me gusta más su hemoal respuesta sobre la mano del querubín, que la del pintor de los ángeles. Qué le vamos a hacer, jajaja. Si quieren ver la respuesta ganadora pinchen aquí, aunque ya la reproduciré en en el blog).

Reconoció, eso sí, que los angelitos que acostumbra pintar no son nada convencionales ni suelen pasar desapercibidos. «Hay quienes dicen que mis ángeles son demonios», comentó. Y, como ejemplo de la controversia que han llegado a suscitar sus peculiares querubines, evocó lo mal que encajaron muchos fieles un cuadro que pintó en 1994 para el Corpus Christi de La Laguna y las fuertes críticas que dirigieron contra sus pequeñines angelotes de gesto malévolo. «Pero cómo se atreve a pintar ángeles así» y «cómo se atreven a sacar eso en procesión» son algunos de los ofendidos comentarios que, según recuerda en tono de humor, le dirigieron a su obra en aquella ocasión.

O sea, que ni pintado en un cuadro celestial ni colocado en los altares por su coleguita el obispo se libra Melchior de una eternidad diabólica 😉 .

Sobre los detalles de tal encargo pictórico y de su contexto, me contó durante el asalto hari al que lo sometí que el pedido vino a cuenta de la consagración de la parroquia de Los Gladiolos. «Esa iglesia no se había consagrado y, desde que llegó a la diócesis, el señor obispo Bernardo tomó la batuta de llevar a cabo esa consagración». Aclaró asimismo que el párroco de dicha iglesia quien le hizo el encargo del retablo, en el año 2006, y quien concretó la temática (la exaltación de la eucaristía) y las personas que debían aparecer: el vistoso obispo, cómo no, y seis benefactores (entre ellos la  vecina santacrucera que donó el solar, un señor de Cáritas y, ya saben, el titular del Cabildo de Tenerife).

Entre las anécdotas de tal trabajito, apuntó que en cuanto empezó a realizar el retablo cayó en que era fácil que cualquiera se preguntara qué hacía Melchior ahí y que tenía muchos puntos para que se desatara la polémica. «Lo sorprendente es que esa polémica se haya suscitado tantos años después», ya que esa obra «no se hizo en plan secreto» ni se colocó en el altar discretamente. De hecho, resaltó, al acto de consagración «asistieron el obispo, el propio Melchior, los demás benefactores y sus familiares». Tres de los retratados ya habían fallecido cuando pintó el cuadro «y fue complejo pintar a alguno de ellos», porque como guía «me entregaron varias fotos antiguas, en blanco y negro».

Lo de que el presi aparezca con los cachetes colorados (el único de los retratados con esa característica que, por cierto, a mí me había pasado desaparecibida hasta que Dionisio me hizo caer en la cuenta), argumenta que en la foto suya que le entregaron salía con los mofletes así de colorados.

La anécdota que seguramente más gustará a mi compi espía Belén de Vil es que la terminación del retablo se complicó porque durante su realización tuvo que hacer varios cambios a solicitud del obispo, el más complicado «aumentar considerablemente su tamaño», ya que primero no estaba previsto que llegara hasta el techo de la iglesia. O sea, que lejos de sentir pudor por verse a sí mismo en esa obra, se entusiasmó y pidió verse lo más grande posible.

Nuestra agente hari, su bic y Charlie, además, está siguiendo la pista a otra anécdota que puede traer tela: el dinero del Cabildo que posibilitó que Melchior fuera inmortalizado en ese cuadro religioso y colocado en un altar ¡¡salió de una subvención otorgada para reparar los daños supuestamente ocasionados en esa parroquia en noviembre de 2005 por el temporal Delta!! O sea, conceden fondos públicos a la Iglesia para subsanar desperfectos causados por aquella mega tormenta tropical ¡¿y se lo gastan en un cuadro?! ¡Y encima el obispo se dio el capricho de usar la pasta para exaltarse a sí mismo en esa obra! Pues sí que tasó bien el Cabildo esos daños… y que le echaron morro al asunto obispo y cura…

((En otro post les contaré algún detallito curioso más sobre el celestial Melchior y sus ángeles diabólicos. Entre ellos, que este cuadro que ha salido de un discreto anonimato gracias a la filtración que me envió TenerifeLeaks el pasado 7 de mayo y a la inestimable colaboración espía de Belén de Vil, Charlie y Sir Archibald, ¡ya ha saltado a la prensa convencional! La prensa digital ya llevaba días sumándose al cachondeo hari, la Cadena Ser se hizo eco desde el jueves, y hoy lo hace la prensa escrita. Ayer coincidí con una compi de La Opinión de Tenerife, (Eloterremoto Reverón), le saqué el tema y, asombrada al descubrir el bombazo informativo (que lo es), alertó a su despistado periódico. Jajajaj, el colmo, ¡yo pasando noticias a ese medio pro bertista que dejó de dar difusión a la corrupción de Arona a cambio de dávivas económicas! ))