El arrabal de información y pruebas de ilegalidades bertistas que conseguí ayer fue de tal magnitud, que me he quedado en shock. Cuando termine de procesar los datos, les iré contando.
Pero como resumen, el gobierno bertista de CC está acojonado y humillado por los renuncios legales, mentiras, irresponsabilidades y barbaridades en las que han sido pillados en los últimos días. Ni siquiera se defendieron en el pleno de ayer… el alcalde se limitó a agachar la cabeza y a delegar asuntos turbios como el de los decretos y facturas escondidos desde 2006 en su servil concejal de Hacienda, Candelaria Padrón. No es que ella aclarara ni excusara mucho, sino que fue a la que le tocó pasar el mal trago de dar la cara por las graves pifias económicas y legales de su alcalde y de su gobierno.
De momento, el Ayuntamiento no ha perdido 6 millones de euros por culpa de CC por los pelos. Hay que pagar ya por imperativo legal unos dos millones de euros a Chijafe en concepto de deudas secretas. Se ha contratado un torneo de fútbol que nadie sabe de dónde se va a pagar: con la pifia de las sociedades, el alcalde se atrevió a sacar solo 18.000 euros de APESA para el torneo que organiza Canal Plus, cuando su previsión era sacar 90.000 euros de esa sociedad para dicho torneo que, en realidad, cuesta alrededor de 180.000 euros. Y más cosas… pero a mí lo que me tiene en el aire es la evidencia de que el alcalde (compinchado con otros) ha ocultado desde 2006 pruebas relacionadas con los delitos que se le imputan en el Caso Arona.
No es que esto último me sorprenda, pero sí me espanta y me cabrea. Me parecen indignantes las aparentes ilegalidades cometidas por gestores públicos, la ocultación de pruebas, lo carísima que le ha salido la cagada al Ayuntamiento, el engaño y, sobre todo, la desfachatez de que una vez pillados en semejante piratería política, EL ALCALDE Y SUS CÓMPLICES DE CC NI SIQUIERA PIDAN PERDÓN.
Aunque claro, qué se puede esperar de gobernantes imputados por corrupción que llevan años negando evidencias delictivas que ya han sido acreditadas en primera instancia por un magistrado, y que hace tiempo que están más preocupados en salvarse judicialmente de sus pifias legales que en ninguna otra cosa…
Creo que me voy a apuntar a yoga.