Algún responsable municipal ha provocado apuros fisiológicos y un pestazo nauseabundo en la playa al decidir cerrar los baños públicos por las tardes

Suena algo escatológico. Pero no exagero ni un poquito. Cientos de personas llevan 15 días cagándose (de forma figurada) en el-los responsables del Ayuntamiento de Arona que han decidido o permitido que los baños públicos de la playa de Las Galletas solamente se puedan usar en horario de mañana. A las 13.30 horas se echa el cerrojo y, a partir de ese momento, cada uno que se desahogue donde y como pueda.

Jeje, los que se cortan y se quedan sin desahogo, aún se cagan más en el Ayuntamiento que los que revientan. Y aquí viene la segunda parte de este marrón: desde que alguien del Ayuntamiento decidió cerrar esos baños públicos, la playa de Las Galletas y sus alrededores huelen que apestan, porque quienes se ven apurados sueltan su carga en las esquinas de esa zona de baño, en zonas resguardadas del paseo, junto al kiosco, detrás de los contenedores… Con lo que el efecto escatológico crece aún más. ¿O no se cagarían ustedes en los gestores de la cosa pública si la playa a la que van a relajarse y el paseo marítimo por el que transitan desprendieran un olor nauseabundo?

El kiosco se come el marrón
Una resposable del kiosco de la playa explica que desde que estos servicios se pusieron en funcionamiento «hace por lo menos cinco años, porque estaba de concejal Celestino» Alayón,  «nosotros nos encargábamos de que los baños estuvieran en uso hasta las 9 de la noche y los fines de semana«. Añade que cuando algún cliente o bañista quería usar los baños «nos pedía la llave, y al terminar nos la devolvía». Y asegura que «nunca ha habido ningún problema» con esa forma de funcionar y que, incluso, «yo me encargaba de limpiar los baños los fines de semana, porque esos días no trabaja la señora de la limpieza que pone el Ayuntamiento». Pero de buenas a primeras y sin dar ninguna explicación, hará dos semanas «cambiaron la cerradura y no nos dieron ninguna copia«, y aunque indica que han llamado al Ayuntamiento en varias ocasiones, explicado la maloliente situación que se está generando sin necesidad ninguna y pedido una copia de esa llave a trabajadores y gobernantes municipales «nadie nos ha hecho caso«.

Por si fuera poco, los responsables de ese kiosco están padeciendo una fuerte presión «porque mucha gente no entiende que los baños estén cerrados, y por mucho que les explique que es cosa del Ayuntamiento, se ponen como energúmenos y la cogen con nosotros». E indica que aunque también hay gente muy comprensiva «yo lo paso fatal con estos también, porque siento vergüenza ajena con lo que está pasando, sobre todo cuando vienen viejitos y extranjeros pidiendo la llave todos apuraditos». ¡Y ahora viene la Semana Santa; no quiero ni pensar qué va a pasar si los baños siguen cerrados!, exclama con tono de preocupación (por el aumento de usuarios de la playa y por lo insoportables que pueden ser los olores con el aumento de las temperaturas).

Coalición Canaria tira votos por el retrete
Otro vecino que me llamó ayer para hablarme de ese marrón, incidía en que «es impresionante ver la cantidad de gente que se queda con las ganas de ir al baño, que forcejea con las cerraduras para intentar entrar y que se marcha asombrada con lo que está pasando», la mayoría extranjeros. Jajaja, y mientras pedía permiso para hacer fotos a algunos de ellos, a través del teléfono le oía chapurrear «no open porque Ayuntamiento de Arona mucho mucho problem y Berto, el alcalde, es very bad con Las Galletas». Jajajaj, tanta publicidad y tanta propaganda, y al final la cagan con unos baños públicos! Yo que ellos iba buscando una solución urgente, porque se están arriesgando a que todo su show de pre-campaña se vaya por el retrete de los usuarios de esta playa (ays, si es que ponen a huevo el cachondeito a su costa).

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