El edil de Obras firmó dos decretos que apuntan un inusitado interés por poner la sanción mínima y no rescindir el contrato

El gobierno de Coalición Canaria de Arona ha hecho todo lo posible para que la empresa concesionaria del servicio municipal de Mantenimiento saliera lo menos perjudicada posible con el expediente sancionador incoado contra ella por la larga ristra de incumplimientos graves y muy graves que cometió desde que empezó a prestar el servicio, en verano de 2010, hasta febrero de este año. Suena ‘destroyer’, pero es que está tan claro… (para mí y para los grupos de la oposición).

Ese concesionario, la UTE Elsamex – Tinerfeña de Obras Públicas, como delatan los informes técnicos y como ha reconocido el propio grupo de gobierno, mintió al Ayuntamiento de Arona para ganar el concurso de adjudicación, diciendo que tenía un montón de medios materiales que en realidad no tenía. Y diciendo que iba a contratar más trabajadores de los que en realidad contrató. Con esas trampas logró las dos centésimas (ni siguiera décimas, ¡sino centésimas!) que le permitieron aventajar a la empresa que quedó clasificada en segundo lugar (Pepe de la Rosa, a la que parece que algun@s querían quitarse de encima a toda costa…). Pero además, no solo hizo trampas para ganar el concurso, sino que reiteró sus incumplimientos hasta febrero de este año. En total, entre agosto y febrero sumó 7 faltas muy graves y 8 faltas graves. Las mismas fueron cuantificadas por los técnicos en 630.000 euros (como consta en el informe que posteé ayer).

En marzo, dos meses antes de las eleccciones, el entonces concejal de Servicios, Antonio Sosa, reconoció esos incumplimientos en unas declaraciones realizadas al periódico El Día y dijo que el gobierno aronero estaba muy descontento con la empresa y que por eso había optado por tomar una medida «drástica» para intentar reconducir la situación de ese servicio. Como recoge el citado periódico (para leer artículo íntegro pinchar en el enlace anterior -las palabras de color rojo ocre):

El nacionalista afirma que «todavía es pronto para conocer cuál será la multa que se interpondrá a Elsamex-Tinerfeña de Obras Públicas, ya que ahora se abre un plazo de audiencia para que presente las alegaciones que considere oportunas».

«Los documentos que aporte la UTE serán analizados y, posteriormente se determinará una resolución», manifiesta el nacionalista. Sin embargo, el cuadro establece que la multa debería oscilar entre los 15.000 y 60.000 euros, por la gravedad de los hechos denunciados.

Resultó que los técnicos llegaron a estimar la sanción en muchísimo más dinero: 630.000 euros que luego, por deficiencias del pliego de condiciones, quedaban en 120.000 euros. Y a determinar que procedía revocar el contrato con dicha empresa mandándola para su casa.

Pero al concejal de Obras, Ramón García, no le convencieron las propuestas. Y, cuando ya el expediente sancionador iba finiquitado, firmó en julio de este año (un mes y medio después de las elecciones) el siguiente decreto:

¿Que si se había producido un incumplimiento del servicio? ¿Más claro lo quería? Si dos meses antes de las elecciones su compañero de gobierno ya lo tenía claro… y numerosos técnicos y jurídicos ya lo habían dejado claro.

¿Y que si se encuentran subsanadas las deficiencias? Ah, ¿y cómo se subsanan las trampas que hizo esa empresa para ganar el concurso? Quizás cuatro padre nuestros y 5 ave marías…

Y ahora miren este otro decreto presentado unos días después del anterior (y no se preocupen si no lo entienden, es absolutamente enrevesado, aunque los datos que nos interesan están claros):

Descifrando el significado -oculto- de lo que ordenó el concejal de Obras, se trataba de mandar la propuesta de sanción de 120.000 euros para el carajo y agarrarse a la de 60.000 euros. Y a estas alturas del cuento (el expediente sancionador arrancó en marzo), preguntó si procedía rescindir el contrato con dicha UTE (cuando ya le habían informado que sí). En esta fase, también los informes técnicos cambian el tono y se dulcifican de una manera raríiiiisima (ese tema ya la postearé otro día…).

Finalmente, el gobierno aronero logró exonerar a la UTE del pago de un puñado de pasta (de forma que tuviera que pagar solo los 60.000 euros de sanción máxima que CC había tanteado antes de las elecciones y antes de que arrancara el expediente sancionador). Y además se empecinó en no rescindirle el contrato de ninguna de las maneras, ni siquiera cuando la oposición en peso (PSOE, PP, CAN y CxA) pidieron en el pleno que se le revocara el contrato.

Y Sosa hablaba de medidas drásticas contra la empresa… pues menos mal, porque si llega a hablar de comprensión y tolerancia, le acabamos pagando nosotros un premio de consolación por el disgusto.

Qué rara tanta comprensión hacia una ute que hizo trampas para ganar el concurso… Y cuánto empeño en defender la permanencia de una empresa que, como diría alguno de CC, ni siquiera es de Arona (Elsamex es una multinacional y Tinerfeña de Obras Públicas es insular, pero sin implantación ni vínculo aparente con el municipio hasta que ganó este concurso público.

Y llegados a este punto, yo me hago dos preguntas: ¿a quién pertenece o está vinculada esa empresa a la que CC de Arona protege tanto? Y otra, ¿pondría dinero esa UTE para la campaña electoral de Coalición Canaria de Arona -o de otros lados-?

Esa es otra de las cosas que hay cambiar: mientras los votantes desconozcamos quiénes ponen dinero en las campañas y cuánto dinero, nunca sabremos bien qué intereses y a quiénes estamos apoyando en realidad… Eso sería transparencia real, y denocracia real. Y mientras esa información permanezca oculta a los ojos de la ciudadanía, la transparencia de la que tanto presumen los políticos es una milonga…

Si Elsamez – Tinerfeña de Obras Públicas aflojaron pasta en a campaña, es difícil de averiguar. Pero sí he descubierto un vínculo entre esa empresa y el gobierno de CC (eso para mañana, jajjajajajaj , en plan telenovela, cada día un nuevo capítulo 😉

Cuánto se parece esta historia a la del servicio de Limpieza que también tramitó CC el año pasado, que también ha acumulado múltiples irregularidades e incumplimientos del pliego de condiciones, y que también ha gozado de  infinita comprensión y tolerancia del grupo de gobierno, ¿no creen?

Moraleja para las empresas que se presenten a concursos de adjudicación en este Ayuntamiento: Mientan y hagan trampas para ganar. Y no se den prisa en subsanar las carencias que escondían esas trampas, que no pasa nada si tienen menos camiones, peores instalaciones o menos personal de lo que habían asegurado. Porque en el peor de los casos, lo que les puede pasar es llevarse un contrato por valor de casi tres millones de euros y, como sanción por las mentiras, pagar 60.000 euros.

–>Por cierto, memoricen la pasta que CC le ha ahorrado a esa UTE, que en breve les documentaré cuál es la delicada situación económica que atraviesa el Ayuntamiento de Arona (delicada, ufff, qué suave me ha quedado…).