El gobierno bertista ha hecho la vista gorda con la ejecución de una sentencia emitida contra un edificio construido por Agustín Marichal en Los Cristianos
¿Conciben que un alcalde y su Junta de Gobierno Local sean imputados-denunciados-condenados por desacato judicial? ¿Y que esa desobediencia estuviera relacionado con el empeño de un grupo de gobierno en evitar la demolición de un edificio ilegal del jefe de la oposición?
Ya, ya sé que suena un poco a ciencia ficción. Fuera de Arona al menos. Porque en Aronalandia la realidad siempre siempre supera a la ficción (y con creces). Y aquí hay no uno, sino varios ejemplos de sentencias dictadas contra promotores urbanísticos que no han sido ejecutadas porque el gobierno bertista de CC hace la vista gorda. Mmmmm, mejor debería decir ‘hace la vista obesa’ 😉 .
Pues bien, tan extraño proceder por parte de unos responsables políticos conforma una de las patas de la denuncia del denominado Caso Arona 2. En concreto, este procedimiento incluye dos ejemplos de sentencias de corte urbanístico no ejecutadas por la ¿benevolencia? ¿simpatía? ¿interés? ¿desinterés? del gobierno bertista de CC hacia dos promotores del municipio que tienen algo en común: el silbo (jajajja, no creo que esto último vaya a ser tenido en cuenta en la investigación judicial, pero es que me parece una anécdota curiosa).
Para rizar más el rizo de la ficción política de Aronalandia, uno de esos constructores beneficiados por la vista gorda de CC es Agustín Marichal, ¡el presidente de la oposición socialista del municipio! ¿Que por qué iba a jugársela un gobierno con mayoría absoluta para beneficiar a alguien de la oposición cuando se supone que son rivales? Aaaaaaaah, pues no se sabe (se intuye 😉 , pero no se sabe…). Les cuento:
Filtración hari sobre esta parte del guión de Aronalandia en su fase Aronalipsis Now:
Esta historia guarda relación con la sentencia número 240/2006 dictada por el juzgado de lo contencioso administrativo número dos de Santa Cruz de Tenerife ordenando la anulación de la licencia de construcción y la demolición de un edificio construido por Marichal Inversiones del Sur S.L en Los Cristianos (en la Avenida de Suecia, detrás de la iglesia del núcleo).
En 2008 la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Arona tomó conocimiento formal de esa sentencia y acordó anular la licencia municipal que había concedido en 2004 para la construcción de dicho edificio (expediente municipal de obra mayor 1/2004). También acordó requerir a su titular que solicitara en el plazo máximo de dos meses la correspondiente licencia demolición, advirtiéndole expresamente de que si dejaba pasar ese plazo sin presentar el proyecto técnico de demolición «se procederá a la ejecución forzosa de los actos previstos para dar cumplimiento al fallo de la sentencia dictada».
El promotor dejó pasar el plazo de demolición voluntaria. Y el gobierno bertista inició el trámite de ejecución forzosa (que implicaría que el Ayuntamiento asumiera el derribo y que luego le pasa la factura al promotor).
Hasta ahí todo ok. Pero solo hasta ahí…
Bertorrente entra en acción:
Cuando llegó el momento de que el alcalde, Berto González Reverón, y sus ocho tenientes de alcalde acordara la ejecución de esa orden judicial de derribo empezó el surrealismo ‘made in’ Arona. Dicha propuesta de acuerdo se incluyó en el orden del día de las sesiones de Junta de Gobierno celebradas el 10 diciembre de 2008, el 17 de marzo de 2009, 24 marzo de 2009 y 31 de marzo de 2009 ¡¡quedando siempre sobre la mesa!!
O sea, los bertistas se hiceron los ‘longuis’ una y otra vez para demorar la adopción de dicho acuerdo. La excusa siempre fue la misma: se deja sobre la mesa hasta la próxima sesión «para un mejor estudio». (Para entender la rareza del proceder, tengan presente que el orden del día de esas sesiones lo decide el grupo de gobierno -alcalde y edil de Urbanismo-. ¿Y para qué incluir una y otra vez un punto sobre el que no quiere-puede pronunciarse?).
En la sesión del 14 de abril de 2009 se decidieron-atrevieron a avanzar un pasito: acordaron solicitar a la sección municipal de Disciplina Urbanística y Licencias que emitiera informe sobre el procedimiento a seguir para que el Ayuntamiento llevara a cabo la ejecución forzosa del derribo del edificio de Agustín Marichal.
A fecha de hoy, 9 de febrero de 2012, el edificio sigue en pie.
Igual se sacaron de la chistera alguna argucia del tipo ‘no se puede ejecutar la sentencia porque el derribo de ese edificio pondría en riesgo la estabilidad de todos los edificios colindantes, hasta de la iglesia y del pueblo’. Todo es posible. Y tiempo han tenido para pensar en argucias. Pero oficialmente no consta ningún motivo que explique la demora del Ayuntamiento en hacer cumplir ese fallo judicial.
La parte potente del guión de este capítulo de Bertorrente en Aronalandia:
Chiquita historia extraña, ¿¡eh!? Pues esperen, que hay varios detalles que le aportan aún más expectación y espectacularidad:
– El alcalde que presidía y preside esa Junta de Gobierno se arriesgó (junto a sus concejales) demorando eternamente la aplicación de dicha sentencia judicial a pesar de que estaba imputado desde 2007 por presuntos delitos urbanísticos (en el marco del Caso Arona 1).
– La licencia de dicho edificio (la anulada por orden judicial) es una de las incluidas en el Caso Arona 1.
(No sé si me siguen… Berto se puso a jugar con la Justicia al ‘no me pillaaaaas’ cuando ya estaba imputado y los tribunales le estaban investigando para pillarlo. O sea, la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo y un magistrado apuntándole a dar por irregularidades urbanísticas (a él, a la Junta de Gobierno de 2003-2007 completa y al Urbanismo aronero en peso), y él haciendoles carantoñas y piruetas legales en las narices, así como cachondeándose, dilatando el cumplimiento de una sentencia firme (contra la que no cabía ya ningún tipo de recurso por parte de la empresa afectada). Por si fuera poca columpiada, todo eso para favorecer a un promotor ¡cuando él y otros siete ex compañeros suyos de gobierno estaban imputados por conceder de forma sistemática licencias urbanísticas ilegales! Ufff, el remate: han estado protegiendo una construcción ilegal cuya licencia municipal formaba parte de la causa en la que estaban imputados.
Luego se mosquea cuando le mentan la corrupción… Pero joer, miren que cuesta no sospechar que detrás de tanta benevolencia haya algo turbio.
Próximos capítulos de ‘Aronalipsis Now con Bertorrente, el brazo tonto de la Ley»
El detalle más más más espectacular de esa historia tiene que ver con asuntillos de índole político. Pero eso lo cuento mañana, que por hoy ya tienen historión de sobra para fliparla con los políticos, los promotores y el Urbanismo aronero.
Y no olviden que esta entrega de Aronalipsis también incluye el capítulo sobre la sentencia firme que el bertismo no ha querido ejecutar contra el otro pez gordo de la construcción que silba. Aparte de los capítulos sobre el resto de barbaridades que conforman el Caso Arona 2, pues lo de las sentencias perdonadas a promotores es solo una pequeñísima parte de este procedimiento penal.
Cuanto más le apretan los huevos a los gomeros , más fuerte silban ; y claro al Bertismo le gusta la colombina melodía … Jejeje.
[…] el siguiente artículo también guarda alguna relación con la historia que tengo a medias sobre la orden judicial de derribo que el gobierno bertista le ha perdonado desde 2008 a la empresa Marichal Inveriones del Sur S.L. […]