El alcalde reo pasa por el banquillo eclesiástico (con juez y todo)

Apoteósica acogida entre el público vecinal y político del estreno del desenlance de las andanzas de Bertorrente en su tragicómico «Acorralado por la Ley»

El oráculo había augurado que septiembre será para el ya ni casi alcalde de Arona, Berto González Reverón, un mes político-judicial fatídico (qué curioso, el pronóstico para los haris es justo lo contrario 😉 ). Y había fijado las calendas de septiembre como primera fecha clave de su caída. ¡Y se ha cumplido! 😮 . Este fin de semana de primeros de mes tuvo que pasar por el banquillo eclesiástico y someterse a un durísimo juicio público. Su calvario fue tal que huyó despavorido del lugar, en este caso, el pueblo de Los Cristianos (seguramente por el pánico a que le espetaran en las narices otra condena).

El tío gafe se plantó todo sonriente en la iglesia de Los Cristianos para presidir como autoridad municipal la misa en honor a la Virgen del Carmen. Entró en la iglesia, lo sentaron en su adorada primera fila y, de repente, empezaron a oírse cuchicheos y revuelo en la sala. Se giró para ver qué pasaba y zaaaaaas, empezó su inesperado calvario judicial: Nelson Díaz Frías, el magistrado playero que ha dejado al alcaldín hecho un cristo judicial con un mogollón de afiladas pruebas de corrupción, estaba entrando por la puerta.

¿Les suena eso del trágame tierra?, jeje, pues ya saben cuál era el gesto del alcalde condenado por prevaricador y multiimputado por delitos de corrupción que está a puntito de conocer las penas que pide contra él la Fiscalía a cuenta de la causa que ha instruido el juez que entraba por la puerta y que acabó también sentado en la primera fila de la iglesia playera. No los sentaron juntos (snifff, qué penita, hubiera sido la bombaaaaa, jajajajja), pero si muy cerquita el uno del otro. Quedaron separados por un mini pasillo y por la diputada Águeda Fumero (PP).

Varios asistentes al espectáculo narran que fue apoteósico: el juez pletórico, con una sonrisa de oreja a oreja (no solo en la misa, sino también en la procesión). Concejales de la oposición de PSOE, PP y CAN sentados justo detrás del talón de aquiles judicial de Berto y haciendo fuerza toda la misa por guardar las formas (por que no se les notara el cachondeo quiero decir 😉 . Mientras el alcalde reo y los Juda de su desgobierno que le acompañaron se mostraban cada vez más demacrados, incómodos y suspirantes sabiéndose el centro de casi todas las miradas (lo del casi lo digo porque lo suyo es que hubiera algún fiel devoto ajeno a estos mundanales jaleos).

Quien más disfrutó con el sarao fue el jurado popular. Cuchicheos por doquier, miraditas cómplices, sonrisitas picaronas y fotos a mogollón, jajajja. La expectación fue tal, que muchos se plantaron en el altar y en el frente de la iglesia en plena misa ¡para fotografiar a los protagonistas judicial y políticos de las primeras filas de la misa! Más fuerte aún: hubo quienes se colaron en el coro de la parte alta para sacar las fotos con mejor ángulo (con el coro cantando y todooooo 😆 ).

El Ayuntamiento de Arona censura al juez Nelson y a la diputada del PP Águeda Fumero en todas sus fotos de la misa y procesión de la Virgen del Carmen (fotógrafo pagado con dinero público y al servicio del Bertismo, Daniel Cetrulo)./ Imagen tomada del muro de Facebook del Ayuntamiento

Es lo que tiene ser un pecador legal: los bancos de la iglesia se convierten en banquillo 😉 . Con el cachondeo los haris no recuerdan de qué iba el sermón. Los muy chismos@s recordaban, eso sí, que para remate del calvario de los bertistas, una de las que leyó salmos bíblicos durante la misa fue la madre del juez (jajaja, Berto tuvo que sentir que le reprendía hasta la mismísima Virgen del Carmen). Jo, mira que no grabar eso de «por mi culpa, por mi gran culpa»…

El cachondeito siguió tal cual durante toda la procesión. Berto y ‘los suyos’ de Coalición Canaria penando por las calles (y quedando fatal enganchados a los teléfonos, sobre todo el alcalde condenado por prevaricador), y el resto de la peña pasándoselo pipa a su costa, viendo lo mal que llevaba la presencia estelar del juez en el show. Los playeros se lo pasaron de lujo hociqueando: que si el decano de los juzgados aroneros charló un puñao de rato con la reaparecida Águeda Fumero (diputada a lo San Borondón: dicen que existe, pero…), que si charló con la Guardia Civil, que si José Julián lo saludó con sonrisa de oreja a oreja… El precio de la fama 😉 . Y el colmo de Berto: su ‘verdugo’ judicial levantando más pasiones que él en un acto público. (A todo eso, algunos playeros no lo pasarían tan bien con la presencia del juez, no en vano en las anteriores fiestas playeras en honor a la Virgen del Carmen nombraron pregonero al más y peor imputado en el famoso caso que ha instruido Nelson, el Caso Arona 1).

Como les decía arriba, Berto no soportó la presión y se escabulló de la procesión en cuanto pudo, antes incluso del apoteósico embarque de la Virgen (que este año se logró hacer sin problemas y sin necesidad de revolución playera). Por qué será que esa fiesta en honor a la Virgen del Carmen siempre se torna emocionante…

Así empezó el mes de Aronalipsis, en domingo. Sabiendo lo gafe que es este alcalde, imaginen ayer lunes…