Las trabas policiales relativas a la seguridad de los barcos, casi derivan en un amotinamiento contra la Autoridad Portuaria y la Benemérita

La corrupción ‘festiva’ y avance sobre churros quemados y escándalo en Servicios Sociales. 

Los asistentes a la procesión marinera de la Virgen del Carmen (miles, ya que este evento goza de gran popularidad entre la población local y además está considerado como atractivo turístico), fliparon anoche con la que se lió en el puerto. Bueno, fliparon y much@s también se desnerviaron, ya que consiguieron embarcar a la virgen de los pescadores por los pelos.

A última hora, según un testigo de los de primera fila (de los que casi se amotina), la Guardia Civil empezó a pedir papeles y requisitos que nunca antes se habían planteado a las embarcaciones que salen al mar en procesión con la virgen. En su opinión (compartida por otros muchos según he visto por el Facebook), la instigadora de tal boicot policial a la procesión habría sido la Autoridad Portuaria.

Para quienes no son de la zona, tal atribución de culpas indignadas puede no tener mucho sentido, pero es que el enfrentamiento entre ese organismo y gran parte de los vecinos de Los Cristianos se remonta casi a tiempos ancestrales. La pugna tiene que ver con muchas cuestiones. Pero básicamente, la que más tensa la coexistencia entre ambas partes es la diferencia de pareceres sobre cuál debe ser la libertad de tránsito, disfrute y usufructo del puerto, al que los vecinos consideran una extensión del pueblo y al que Puertos considera como una propiedad privada (he resumido muuuucho el conflicto, pero bueno, para el caso que nos ocupa, con ese motivo puede bastar para entendernos. En resumen, hay dos bandos en esa guerra: Pescadores-Pescader@s-Vecin@s por un lado, y Autoridad Portuaria por el otro.

Y anoche, cuando los organizadores, barqueros y player@s se encontraron con que la Autoridad Portuaria había puesto vallas por todos los accesos, convirtiendo el puerto en un fuerte inexpugnable salvo por la puerta principal, y que solo podían cruzar esa puerta quienes estuvieran autorizad@s formalmente, much@s peregrinos y peregrinas marineras se empezaron a revolucionar contra Puertos. Aunque quien ‘lió’ el revuelo fue la Guardia Civil (jajaja, mis haris playeros están convencidos de que eran el brazo ejecutor usado por la Autoridad Portuaria para fastidiarles la procesión y la fiesta).

A los guardias se les ocurrió nada más y nada menos que aplicar a raja tabla la normativa de seguridad marítima. Y claro, como  esa ‘barbaridad’ 😉 no se había puesto en práctica nunca antes hasta ahora, pillaron a todo el mundo con el paso cambiado. Tal fue el desquicie que se montó con las novedosas normas, que se oía por los megáfonos (se supone que por parte de miembros de la comisión de fiestas) «Nos quieren reventar el acto», «que no salimos, que nos quieren reventar la procesión», y claro, todo eso entre una sonora algarabía de airadas protestas y quejas de los presentes. Caos auténtico, y en medio de una fiesta, con ‘todo’ el pueblo en la calle. Bueno, de una fiesta no, de LA FIESTA, porque este acto festivo es el más relevante del municipio y uno de los que más público congrega en todo el Sur. Y cuatro guardia civiles y policías portuarios aguantando el chaparrón y el riesgo de amotinamiento (bueno, también había policías locales de Arona, pero como estos estaban en el lado del pueblo, casi que la cosa iba mucho menos con ellos).

'Detención policial' de la procesión marinera de la Virgen del Carmen./Un hari

Mis haris playeros y visitantes aseguran que la comisión de fiestas había tramitado en tiempo y forma los permisos pertinentes y que había entregado la documentación necesaria a la Guardia Civil y a la Autoridad Portuaria.

Lo que no se esperaba nadie es que la Guardia Civil requiriera que los barcos llevaran carteles visibles con su número de identificación (por si alguno se salía de madre poder identificarlo, ya que al estar engalanados para pasear a su virgen, esa identificación podría resultar complicada). Que pidiera los seguros y que, y aquí viene ola que sacudió al pueblo, que los patrones de cada embarcación participante identificara en un documento las personas que iba a llevar y que, además, demostrara que tenía salvavidas para todas.

¿Saben que significa eso? Pues que no puede embarcar ni una mínima parte de tod@s l@s que tenían previsto hacerlo…

Y en medio de todo eso, los políticos, jajajaj. Cómo no. Y como siempre, los bertistas al filo. Porque si la comisión de fiestas no logra resolver el conflicto, ¿a quiénes se supone que les toca dar el callo? Si es que al final me van a dar pena y todo: van a una fiesta y acaban intentando huir de una rebelión popular (porque si no se andan derechitos, también cargan contra ellos por todos los ‘excesos’ y desidias que le han permitido a la Autoridad Portuaria). Si es que era la que les faltaba ahora, que estallara también el conflicto pesquero-vecinal-portuario de Los Cristianos (uff, que son capaces, con la colección de jaleos que están reuniendo a velocidad ciclón… 😉 ). Y con la ‘crisis’ de la pelea Ayuntamiento de Arona-Bertismo contra el Club Deportivo Marino y sus aficionad@s (mayoritariamente de Los Cristianos).

Para colmo del alcalde, Berto González Reverón, encima, este lance a su capacidad de gestión y descongestión del problema procesional (jajaj, según lo escribo me río, «capacidad», jajajajaja) después del sonado ridículo que hizo durante el concierto de Los Sabandeños incluido en esta fiesta. Resulta que se tuvo que ausentar del acto por motivos paterno-infantiles y perderse el momento de las menciones y de las entregas de reconocimientos. Y como es público y notorio que le gusta más un protagonismo que a un tonto un caramelo, se extendió el cachondeo a costa de lo que le tuvo que fastidiar perderse su momento de gloria en el acto, y que además pregonaran su ausencia por micrófono.

Al final sí pudo realizarse la procesión marinera de la virgen del Carmen (aunque me da a mí que no precisamente gracias a las gestiones de Berto y los bertistas). Tarde, pero con un extra de adrenalina y polémica en el ambiente festivo del pueblo. A ver cómo acaba esto. Porque la procesión se hizo. Pero doy por hecho que la polémica no va a acabar ahí, aunque solo sea de lengua…

Puesta en libertad de la procesión de los pescadores y barqueros de Los Cristianos a su patrona. /Foto de un hari enrollado

Aunque si lo piensan bien, esta vez es normal que la cosa acabara como acabó. Los vecin@s organizadores empezaron la fiesta exaltando la corrupción. Porque nombraron a Félix Sierra (PP) como pregonero de las fiestas y, queriendo o sin querer, eso implica rendir honores al político más imputado del Sur por delitos graves (como cohecho) indiciariamente acreditados por un juez. Y claro, acabaron investigad@s por la Guardia Civil. Uff, solo faltaba que acabara imputada la fiesta de Los Cristianos 😉 . (Y tienen puntos para ello si lo pensamos bien, que por algo es el pueblo aronero que tiene el récord de número de políticos imputados en el Caso Arona…)

Y para tener la fiesta en paz, ya que ha tocado blandir la pluma sobre ésta, lo demás (lo que no ha tenido nada que ver con la corrupción digo) ha salido estupendamente (coinciden todos los haris que han asistido).

Pooooooor cierto. Anoche la fiesta dio para mucho más. En la parte alta del pueblo, olía a churros quemados. Y por si fuera poco la tensión extra que ese incendio le va a ocasionar al grupo de gobierno bertista de CC (porque estos siempre tienen el don de tener algo que ver con todo lo que pasa en Arona), ocurrió algo grave que ha vuelto a destapar una de las partes más vergonzosas de la gestión en Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arona. Pero ufff, esto ya lo dejo para el próximo capítulo (que es una de las gordas 😦 ).

((Post pendiente de mejoras de edición))