¡Ven qué poquito le ha durado a Berto el alivio judicial por la absolución de Camps! Ni un día entero pudo disfrutar de la noticia. A la mañana siguiente de hacerse público el veredicto del jurado popular valenciano ya estaba desaforado y desquiciado judicialmente de nuevo. Porque, tacháááááán, al megaimputado alcalde de Arona le han caído encima otra denuncia de Fiscalía y, cómo no, más imputaciones.
Cuántos boletos penales está juntando Bertito para el sorteo de la chochona judicial, ¿eh? Al final se extrañará y todo de que le toque el premio condenatorio del que se ha librado Camps (éste ‘solo’ tenía un boleto para ese sorteo, por cohecho pasivo impropio, pero el alcalde de Arona tiene una colección…).
A ver, abrimos las apuestas. ¿Cuál es el nuevo escándalo judicial que ha estallado en el Ayuntamiento de Arona? Que conste que yo me he sorprendido al enterarme. ¡Pero porque creía que esa imputación era pública desde hace meses! No está imputado solo Berto en esta nueva causa por presunta corrupción, pero no vamos a restarle protagonismo de entrada 😉 .
Y una cosita para que vayan atando algún cabito que a la prensa se le ha pasado por alto (qué raro ), esta nueva imputación tuvo mucho que ver en el arrebato de cordura que padeció el gobierno bertista a ultimísima hora en relación al servicio de vigilancia y socorrismo en playas.
En cuanto vea por dónde tiran las apuestas, les cuento la historia. Y no me olvido de que tengo pendiente la explicación de por qué fracasaría el plan de espionaje contra la oposición aunque una bertista de Secretaría no hubiera metido la pata descubriendo el tinglado.