Lxs aroneros tienen que pagar ahora 300.000 euros para saldar la deuda del desmonte ilegal realizado en 2007 para el nunca construido macrocomplejo deportivo de las medianías.
Toooma ya, otro palo económico-judicial a las arcas públicas aroneras. ¡¡¿Pero cuántas sentencias han caído en lo que va de mes contra el Ayuntaniento?!! Yo perdí la cuenta hace dos posts, pero debe ser la séptima u octava 😯 . Prometo mirarlo mañana mismo, para hacer la suma más que nada.
Este nueva sentencia condenatoria, como nos soplan nuestros infiltrados está calentita, recién llegadita al moroso ayuntamiento bertista. Y, cómo no, encierra un mega escándalo. Mejor decir unos cuantos macro escándalos… Y, como final de cine, representa una victoria apoteósica de José Antonio Reverón sobre el alcalde Berto González Reverón: José Antonio tenía razón y Berto era el mentiroso.
Este fallo judicial ordena el pago de la factura adeudada desde 2007 a la empresa a la que el Ayuntamiento aronero encargó el desmonte del terreno rústico de la Cruz del Guanche en el que el alcalde decía que se iba a construir un macrocomplejo deportivo para las medianías de Arona.
La historia se sitúa, cómo no, en campaña electoral. Para ser precisa, en la del 2007. Aquella que se saldó con la primera mayoría absoluta del Bertismo de CC. Berto hizo de aquella promesa deportiva su estandarte electoralista en los núcleos de medianías, sobre todo en Valle san Lorenzo, La Florida, La Camella y alrededores. Pletórico estaba él con su joyita caza votos.
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Hasta que José Antonio en Reverón salió en prensa cuestionando la credibilidad de esa promesa macro deportiva. Alegaba que tenía toda la pinta de humo electoralista porque no había proyecto, ni presupuesto y, ni siquiera, suelo apto para darle cabida. Berto, como de costumbre cuando le contradicen -más aún si es José Antonio quien le cuestiona-, montó en cólera y puso a su oponente político de vuelta y media (ya saben, ser diabólico que lleva el odio destructor en la mirada y bla bla bla). Dada la polémica que se desató, hasta hizo una masiva convocatoria vecinal para presentarles la maqueta del proyecto, asegurarles que sí se iba a hacer y, de paso, acribillar a su odiado José Antonio y a sus entonces compañeros paquistas del PSOE.
Pero zaaas, saltó el Caso Arona. La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) se acongojó y se puso estricta con el Plan General de Ordenación (ya saben, el que supuestamente iba a entrar en vigor en el primer trimestre de 2007 y, debido al susto judicial, no lo hizo hasta diciembre de 2011). Y nadie en ese organismo cedió a las presiones y súplicas bertistas de recalificarle esa parcela de suelo rústico (presiones que salen recogidas en las escuchas del Caso Arona 1, por cierto). El problema principal era que había sido adquirida por el Ayuntamiento en base a un convenio urbanístico ilegal (como determinó la propia Cotmac al desautorizar su inclusión en el PGO) que incluía, entre otras irregularidades graves, el compromiso de recalificar suelo urbano a quienes los gobernantes de CC-CAN-PP habían elegido para esa operación de obtención de suelo para equipamiento.
Públicamente Berto seguía insistiendo en que todo era legal, en que todo estaba amarrado con la Cotmac y el Cabildo, y, sobre todo, en que el súper centro deportivo con piscinas presupuestado en 12 millones de euros estaba en fase de construcción. Y como demostración de que él tenía razón y de que José Antonio era un ruin mentiroso, presentó a bombo y platillo el inicio de las obras de desmonte del solar, con súper acto de colocación de la primera piedra. Entre su aparato propagandístico, la maqueta de las instalaciones, el inicio de las obras de desmonte y la espectacular interpretación bertista, la mayoría le creyó a él y a su CC. Igual que ocurrió al principio con el Caso Arona, qué casualidad, ¿no?, jeje.
El primer encontronazo legal se lo llevó con la Agencia del Medio Urbano y Natural, que embistió contra el Ayuntamiento por destrozar suelo protegido sin la pertinente calificación territorial. La administración pública de promotora clandestina y agresora ambiental, jajajaj, si es que lo tenemos todo.
Cuando el Bertismo se dio cuenta de la gravedad de la que estaba liando a cuenta de su orgullo -y de sus votos-, intentó quitarse posibles responsabilidades. Que no eran pocas… En el Caso Arona 1, que saltó en marzo de 2007, dos meses antes de las elecciones de mayo, Berto el alcalde estaba ya imputado por prevaricación por la cotidiana adjudicación de contratos a dedo (obras y servicios), por delitos contra la ordenación del territorio. Y este proyecto prometía agravar esas imputaciones y, además, asumir otras nuevas por las cláusulas indemnizatorias ilegales incluidas en el convenio de cesión del suelo, convenio, como ya dije, ilegal por todos los costados (pero vinculante para los empresarios si reclaman el cobro de dicha indemnización, que esa es otra que nos puede caer encima en cualquier momento…).
¿Y cómo zanjó el problema? Pues como de costumbre (igual que con las múltiples condenas de pago que están saltando por su mala gestión contra las arcas públicas): entre otras cosas, negándose a pagar la factura de las obras de desmonte ilegal del terreno rústico (aunque por una vez las habían adjudicado formalmente, con anuncio en boletín oficial y todo, prueba contundente de que el Ayuntamiento había encargado la obra). Si el pago ilegal no consta, no hay ilegalidad ni delito, jajajaj. A lo Bertoiesvsqui en Crimen y Castigo. Solo que aquí hay una fuerza intermedia que dificulta ese ateísmo legal-deudor: la empresa que quiere cobrar por el trabajo realizado. Alrededor de 300.000 euros según los agentes haris.
Como no cobraban por las buenas, reclamaron el cobro vía judicial. Y cinco años después de aquella gracia bertista que tan bien le vino para seducir votantes en las medianías, aquí tenemos otra factura con intereses de sus tretas para ganar elecciones y del absoluto desprecio a la gestión política legal y responsable (el complejo se hubiera hecho si no hubiera hecho aguas legales por todos lados).
Ains, qué bien me ha sentado esa sentencia 😀 . Demuestra que Berto mintió a un montón de gente. Y atacó injustamente a quienes nos percatamos de su mentira y de su irresponsable gestión ilegal del proyecto. Hemos tenido que esperar cinco añitos para desenmascararle con cuño judicial (a él y a quienes le siguieron el juego). Estaba claro que había mentido dado que el complejo nunca se construyó. Pero como a algun@s les cuesta, viene bien que el tiempo y los tribunales pongan las cosas en su sitio 🙂 .
Hmmm, y yo pensando (¡peligro!, jajaja), esto implica que por ejemplo José Antonio puede llamar mentiroso a Berto con todo el derecho, ¿no? 😉 . Aunque el otro sería capaz de replicarle que el complejo deportivo ilegal no se hizo por culpa suya, y nos volvería a dejar planchados, jajaja.
A ver si les pongo unos artículos de prensa de aquella etapa. Para que hagan memoria.
Todavía hay arcas que soporte esto en Arona?? Ya no hay palabras para describir lo que ocurre en ese municipio, hasta cuándo va a soportar el pueblo lo que esta ocurriendo?? No hay justicia política, social o judicial que lo solucione?? Están esperando a la divina??? Solo es la prensa quién esta haciendo justicia y en un medio privado, espero y deseo por el bien de ese pueblo que cambie todo muy pronto antes de que sea demasiado tarde…