El abogado Martín Orozco le dejó claro que no se pueden dar licencias edificatorias en unidades de actuación no gestionadas.

La preocupación del alcalde durante esa conversación interceptada durante la Operación Edén era desbloquear las licencias de los promotores.

La reiteración en la concesión de licencias ilegales (incluso después de esa advertencia) desencadenó el Caso Arona 2, aún en fase de instrucción.

Oigan, como ando entretenida con los regalos de Reyes 😉 , en vez de escribir algo nuevo les posteo unos artículos que escribí hace unos añitos y que en cierto modo siguen siendo de actualidad. Vienen a colación de las ilegalidades cometidas por los gobernantes y el Ayuntamiento de Arona en las unidades de actuación del municipio. El primer artículo descubrió el pastel de las mentiras de Bertocho Reverón, alcalde que respondió públicamente al incremento de imputaciones que le cayeron en 2009 por el Caso Arona (Operación Edén) afirmando ofendido que él «jamás» había cometido delitos.

En honor a aquello de se coge antes a un mentiroso que a un cojo, el levantamiento del secreto de sumario del Caso Arona ese mismo año delató que mentía a sabiendas al negar haber cometido ilegalidades: Uno de ‘sus’ asesores externos favoritos, el abogado Martín Orozco (a quien viene asignando desde hace años carísimos encargos pagados con dinero municipal), le había dejado meridianamente claro desde 2008 que dar licencias en unidades de actuación no gestionadas es una ilegalidad como un castillo (él y sus compis están imputados por conceder cientos de permisos urbanísticos de ese tipo).

Para consultar el siguiente archivo en versión pdf pinchar en Las escuchas del Caso Arona desenmascaran a Bertocho(12-11-2009).

En concreto, ese artículo fue ‘mi’ respuesta periodística a declaraciones del emputado alcalde imputado como la siguiente:

Para consultar ese artículo completo, pinchar aquí.

Jeje, a Berto y a sus compinches se los llevaron los demonios con este descubrimiento de pastel (las escuchas policiales hacían peligrar su piel de corderito fiable). Ellos decían, como de costumbre, ser víctimas de una venganza. Normal, a qué periodista se le ocurre desenmascarar las mentiras flagrantes de un cargo público cuando tiene pruebas judiciales escandalosas. Qué fuerte, ¿eh? Vulnerar el derecho de un alcalde a mentir públicamente y a que sus mentiras no sean descubiertas 😉 . Evidentemente, Bertocho no dio explicaciones ni pidió disculpas a la ciudadanía por semejante escándalo. Al contrario, sigue diciendo que tiene la conciencia tranquila, que no ha cometido ilegalidades-delitos y que es víctima de un montón de vengativ@s políticos, periodistas, juez y vecin@s (en la continuación del artículo de arriba arreó varios guantazos contra ‘los culpables’, según él. Pobrecito, ¿’noverdad’? Jajajaj, y todavía anda dolido por las denuncias y críticas contra la arriesgada y caótica gestión urbanística que ha encabezado 😳 . Eso es lo que más me mata de él: lo mentiroso que es (fíjense que me esa ‘cualidad’ suya me repatea incluso más que su ruindad, que ya es decir).

Volviendo al tema de las unidades de actuación y al problemón en el que ha sumido a un centenar de propietarios de pisos en Valle San Lorenzo por las ilegalidades que no quiere reconocer (y por las que él y sus Juntas de Gobierno están imputados por delitos contra la ordenación del territorio), recuerdo que el extracto de la conversación sumarial de la que saqué el primer artículo era muchísimo más extenso y daba detalles sobre lo que se podría hacer para desbloquear la concesión de licencias en las unidades de actuación que los gobernantes aroneros habían manejado al margen de la ley.

A ver si busco esa conversación de las escuchas de la Operación Edén y las posteo. Sobre esa conversación recuerdo también que me sorprendió que la única preocupación de Berto era desbloquear las licencias que estaban ‘a medias’. La ilegalidad que hubiera cometido, las responsabilidades que le pudieran tocar o las consecuencias de su política urbanística sobre la ciudadanía, el territorio y el medio ambiente, se la refanfinflaba totalmente (lo de las consecuencias a terceros está claro que se la sigue refanlinflando: él a lo suyo y a los suy@s, y al resto que les den).

Uy, por cierto, después de esa advertencia Berto siguió dando licencias escandalosas en unidades de actuación. Con algo más de respaldo legal y con el área jurídica del Ayuntamiento elegida a su conveniencia, pero siguió en sus trece. Eso es el Caso Arona 2: la reiteración en 2007-2010 de las barrabasadas urbanísticas por las que él y su Junta de Gobierno de 2003-2007 estaban imputados. Esta segunda parte del culebrón judicial de los gobernantes aroneros está centrado exclusivamente en escándalos urbanísticos. Uy, también tengo por ahí la denuncia y las licencias que desencadenaron esa segunda querella de Fiscalía contra el alcalde, los ediles de la Junta de Gobierno y algún técnico municipal.