Ni grupo de gobierno ni oposición de PSOE, PP y CCN-CAN mencionaron en el pleno la sentencia condenatoria que inhabilita al alcalde. Tampco se dijo nada sobre los represaliados aroneros a los que los desgobernantes de CC quiere liquidar valiéndose de fondos públicos.
El alcalde recibió durante la mañana-mediodía de ayer la notificación de la condena por corrupción que le ha caído en el conocido como Caso Enchufe. Y aunque se llevó un batacazo -como no podía ser menos-, se plantó en el pleno a las siete de la tarde como si nada. Demacrado y avejentando, eso sí. Pero como hace tiempo que ése es su aspecto habitual, quienes ignoraban lo sucedido no se percataron de nada extraño.
En realidad todos los grupos de la oposición conocían rumores sobre esa sentencia. Sobre todo porque yo misma la adelanté en clave a primera hora de ayer (pinchar aquí para leer esa información cifrada sobre dicha condena). Pero como era algo tan gordo y no había nada confirmado, tampoco le pusieron mucho asunto (como las querellas, imputaciones, condenas económicas contra el Ayuntamiento por mala gestión bertista y escándalos de corrupción en general son el pan nuestro de cada día en ese consistorio…).
Y mientras el alcalde prevaricador (ains, qué gusto poder decirlooooooo) y su plurimputado gobierno representaban su papel de ‘aquí todo va bien’, a uno de los concejales del PP le salta en el móvil el email con mi eufórico «Berto condenadooooooooooooo». Imagínense su cara de flipado, leyendo en BlancaHari semejante bombazo mientras tenía delante de sí al mismísimo alcalde-reo. Y justo la semana que trasciende que el gobierno se ha querellado en nombre del Ayuntamiento contra mí y contra cuatro activistas anticorrupción por el daño que, según él, causan las sospechas de corrupción que vertemos contra él y su gobierno «a diario» (gafeeeeeeeee, jajajajajaja).
Atónito, se puso a rular el teléfono con discreción entre sus compis para que vieran mi filtración bloguera. La misma discreción con la que empezaron a intercambiarse papelitos con mensajes de lado a lado de la bancada opositora. Aunque lo de la discreción habría que verlo, con todo el gobierno de CC delante de sí sabiendo ya lo que había pasado.
Lo asombroso es que ni el alcalde estimó conveniente informar al pleno de lo sucedido (perfecto ejemplo de cómo es en realidad la transparencia de la que tanto alardea), ni ningún miembro de la oposición estimó pertinente pedirle explicaciones. Todos disimularon como pudieron e hicieron como si no pasara nada…
Ni siquiera José Antonio Fuentes (CAN-CCN) sacó a relucir en el pleno esa sentencia que conocía perfectamente desde hacía horas (seguramente desde el día anterior) por la relación de su mentor Manuel Barrios en esa causa (absuelto a pesar de que estaba imputado en esa causa del mismo delito que Berto y de que era alcalde accidental cuando se celebró el proceso selectivo amañando, en 2004).
Querrán pedirle la dimisión cantando a coro, previo ensayo 😉 .
No vayan a creer sin embargo que la única bancada que ‘desestabilicé’ en ese pleno fue la de la oposición (lo del desestabilizar me hace gracia, porque como según Berto es un delito grave siempre que tiene que ver con la difusión de temas que a él le incomodan y perjudican, jeje). La del público también. ¿Adivinan quién estaba en el público? Jajaja, el mismísimo Julio Concepción, ¡¡nuestro Julionátrix!! Junto a otros anticorruptos como José Luis Fumero y junto a representantes del movimiento gay. También ellos se enteraron durante la sesión de que la Justicia estima que Berto debe dejar de ser alcalde y no ejercer como cargo público durante casi un lustro.
Chiquito cuadro… El alcalde y su gobierno bertista disimulando y obviando la crisis penal y política desatada en Arona (inestabilidad de la real, vamos, no de la que nos atribuye el Bertismo a los anticorruptos y blogueros). Todo ello teniendo en la bancada política de la oposición y del público a dos de los cinco aroneros contra los que se han querellado en nombre del Ayuntamiento por inventadas injurias, calumnias ¡y coacciones!
Jajajajajajaj, los integrantes del plurimputado desgobierno de CC haciéndose los dignos para justificar la persecución dictatorial que han emprendido para intentar censurar y amedrentar a sus incómodos críticos anticorrupción porque creen que no hay derecho a que sembremos sospechas continuas sobre su honorabilidad como gestores públicos, ¡y dos de sus querellados mirándolos sabiendo que ya les ha estallado una sentencia de corrupción en toda la jeta!
Por ciertooo, en el pleno tampoco se habló de esa querella. Ni PSOE, ni PP, CAN-CCN ni PP abrieron la boca para pedir explicaciones sobre ese escándalo. Cuánta permividad la de nuestros grupos de la oposición hacia los abusos que cometen el prevaricador alcalde de Arona y su tropa de Coalición Canaria, ¿no?.
A todo esto, esta sentencia de prevaricación contra el alcalde representa la absolución de los críticos anticorrupción. No hacía falta tanto para que esa disparatada querella sea archivada. Pero es que ahora el alcalde no se puede ofender ni sentir «violentado» y «coaccionado» si lo llaman prevaricador y corrupto. Esta condena, por si no se han dado cuenta, nos da la razón a los querellados (aún sin haber acusado nunca a CC de forma expresa de corruptos, al menos yo).
El morbillo extra lo ponen las desavenencias que han surgido entre el inhabilitado alcalde de Arona (mientras no recurra) y su abogado en el Caso Enchufe y en el Caso Arona 1, José Ramón Pitti. ¿A que Berto culpa a Pitti de su condena? Queda confirmar que el bertismo quiere quitárselo de en medio y sustituirlo por Eligio Hernández (¿aceptará defenderles?).
También hay expectación en torno a la postura de Coalición Canaria frente a esa condena. ¿Se arriesgará Paulinetor respaldando al condenado alcalde sabiendo el daño de imagen que puede causar en estos momentos a ese maltrecho partido el apoyo a la corrupción?
Y otra expectación más, si Berto finalmente dimite (aunque no quiera, le viene un acribille de escándalos juciales), ¿quién será el alcalde? ¿el doctor Niño -pepero que se pasó a CC unas semanas antes de elecciones? ¿O algún otro concejal de los del núcleo duro.
Y sobre más cosillas que ya contaré.
Pasividad de la oposición o ¿quizá solidaridad?
Por desgracia el enchufismo es de lo más común y todos están esperando su momento.
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