El TSJC ha confirmado que notificó al Ayuntamiento de Arona desde junio la sentencia que la secretaria general dice no haber recibido.
La desaparición de esa sentencia demuestra graves deficiencias en la custodia consistorial de los documentos que son incómodos para el gobierno de CC.
Tomaaaaaa yaaaaaaaaaaa 😮 .
La secretaria general del Ayuntamiento de Arona, Tania Rodríguez Regueiro, se escuda desde prinicipios de septiembre en que no podía pronunciarse sobre si Berto el alcalde es compatible o no para seguir en el cargo porque no había recibido la notificación oficial de su condena de inhabilitación por el Caso Enchufe y en que hasta que no tuviera un original del documento en sus manos no podría darse por enterada de su contenido ni mover ficha. Uno de esos haris indica que al preguntarle por ese asunto «hasta llamó al Registro Municipal para preguntar si el juzgado había remitido ese documento, y le respondieron que no, que no había llegado nada».
Así estaban las cosas hasta hoy. Y así hubieran seguido si un funcionario hari no me hubiera filtrado que la sentencia sí había llegado al Ayuntamiento y que la habían alejado «intencionadamente» de la Secretaría General «para proteger al alcalde». Cuando pregunté perpleja cómo era eso posible (luego les cuento la grave dimensión del sarao) me narró una impresionante trama de trapicheo de documentos ‘supuestamente’ orquestada por el Bertismo desde 2004 y en la que implicaba de forma directa al Registro Municipal, a responsables del Servicio de Atención Ciudadana y a Alcaldía. De entrada su relato resultaba casi increíble; sonaba tan fantasioso que tenía pinta de chisme desvirtuado. Salvo por dos detalles: que en el Ayuntamiento de Aronalandia la realidad sieeempre supera a la ficción, que cubrí hace años la escandalosa ocultación de otra sentencia muuuuy incómoda para los planes empresariales de los gobernantes aroneros y que llevo no sé cuántos post sobre facturas y documentos secretos que salen sorpresivamente del cajón sin fondo y de la alfombra de Alcaldía.
Belén de Vil descubre el pastel:
Al contar semejante historión a súper Belén de Vil, nuestra mega espía judicial lanzó su guante sobre los juzgados. Ni corta ni perezosa se plantó en el Registro de los juzgados santacruceros para averiguar si habían notificado o no dicha sentencia al consistorio. Y bingoooo, le contaron que por supuestísimo que sí, que la habían enviado con registro de salida dos días antes de que saliera en prensa, o sea, el 28 de junio. Pero como no pudo ver el documento, optamos por ser prudentes (jajajja, aunque parezca mentira solemos serlo 😉 ). Hasta que tachááán, el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) le confirmó que, efectivamente, ¡¡¡la sentencia condenatoria del alcalde fue remitida oficialmente al Ayuntamiento de Arona a finales de junio!!!
Desde el gabinete de prensa añadieron que dicha notificación judicial fue enviada el mismo día al condenado alcalde, a su absuelto compañero de banquillo en ese caso y al Ayuntamiento de Arona. Ojito al dato: Los juzgados remitieron al Ayuntamiento esa sentencia por conducto oficial ¡¡a finales de junio, hace casi TRES MESES ¡y aún no ha llegado a su destino natural, la Secretaría General del Ayuntamiento!
Pudiera ser que hubiera atasco y estuviera aún en camino (demasiada casualidad y demasiada buena suerte tratándose de Berto, jejeje). O que hubiera llegado al Registro Municipal y se hubiera traspapelado (ahí ya habría escándalo, porque en un Registro Público no cabe que se traspapelen documentos, y menos cuando llevan cuño judicial). Pero vaya, de repente todo todísimo encaja a la perfección con el relato del funcionario hari que aseguraba haberla visto en un departamento consistorial muy afín al alcalde condenado a 4,6 años de inhabilitación por enchufar personal a dedo (incluyendo a una integrante de su plancha electoral de CC).

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Trileros de documentos en el Ayuntamiento:
Ese descontrol en la custodia de documentos municipales es muuuuy grave, pues igual que se desvió de trayecto esta sentencia los trileros documentales de ese consistorio podrían hacer desaparecer u ocultar cualquier tipo de información delicada que contravenga los intereses del Bertismo gobernante (un señor marrón para la señora secretaria consistorial, máxima garante de la legalidad en el Ayuntamiento -lo cual incluye cuestiones como la de que los políticos no interfieran en cuestiones que no les competen ni perjudiquen el correcto funcionamiento administrativo de la institución-).
Pero en este caso la gravedad, valga la redundancia, se agrava un puñao: según la información facilitada por el TSJC la secretaria no ha cumplido con su responsabilidad de determinar si es legal que el alcalde continúe en el cargo alegando que no había recibido un documento judicial que, vaya caramba, resulta que sí había sido remitido al Ayuntamiento por conducto oficial. No se puede demostrar que se haya pasado lo que va de mes afirmando a la oposición y a compañeros suyos de trabajo que no lo había recibido porque los cantamañanas de la oposición no se lo preguntaron por escrito (que es como se deben hacer este tipo de consultas, más que nada, por si surge un escándalo como éste). Pero sí se puede demostrar que hasta ahora no ha informado formalmente si Berto es o no competente para continuar ejerciendo de alcalde.
Bueno, agentes haris apuntan que cuando trascendió la existencia de una ley que obliga a dimitir a los cargos públicos condenados a penas de inhabilitación especial aunque su condena no sea firme la secretaria habría remitido al alcalde por conducto interno (secreto, vamos) una especie de advertencia sobre su posible incompatibilidad sobrevenida. Argumentan que ese cubrirse las espaldas fue forzado sin querer por el propio alcalde 😆 . O para ser más exacta, por su lengua viperina, ya que reconoció de palabra durante un pleno su condena de inhabilitación, y eso es suficiente para que la secretaria tenga que darse por enterada.
¿Recuerdan aquel pleno en el que los edils de la oposición de CxA, PP y PSOE hicieron constar que el alcalde no estaba legitimado para presidir la sesión y se largaron dejándolo iracundamente plantado? Sí sí, ya saben, aquel en el que Berto reaccionó como suele hacer cuando le dejan en evidencia: despotricando furibundo a lo muñeco diabólico contra los portavoces de la oposición. Pues durante su patética pataleta -absolutamente impropia de un cargo público, al menos fuera de Aronalandia- reconoció ante la secretaria que estaba condenado por prevaricación (hay que ser torpe para autofastidiarse con su propia lengua, máxime cuando se suponía que se estaba defendiendo de una ofensa 😆 ).
Ains, pero ya hemos pillado a esa secretaria velando por el oscurantismo del Ayuntamiento y a su departamento orquestando un plan de espionaje secreto contra la oposición y contra BlancaHari. Como para fiarse…
¿Y ahora? ¿Quién se come el marrón de la escandalosa ocultación-desaparición de esa sentencia?
No digo que la secretaria fuera partícipe del trapicheo documental. Igual ni sabía (o sigue sin saber) que los juzgados sí remitieron la sentencia al consistorio, e igual hasta ignora que el aparato político le está vetando la supervisión y control de documentos tan importantes como ese. O igual sí lo sabía… Solo que me cuesta creer que se arriesgue tanto a pringar judicialmente por salvarle la cara a un político… No sé… Porque eso de ocultar la recepción de un papelote sabiendo que la Administración de Justicia tiene justificante de su envío es la típica cutrez bertista, pero resulta extraño que una señora secretaria general pueda tener tan pocas luces…
En cualquier caso, la lógica apunta a que ella es la responsable de que el protocolo registral del Ayuntamiento cumpla la legalidad. Por simple lógica, el Registro Municipal debe derivar a la Secretaría General todas las sentencias para que tome conocimiento de ellas y actúe en consecuencia. Lo suyo sería que luego fuera ese área la que la remita a los departamentos correspondientes. En este caso, por ejemplo, la ruta lógica de la sentencia del Caso Enchufe habría sido: Registro Judicial –> Registro Municipal –> Secretaría –> Personal-Recursos Humanos y Alcaldía (todo ello con sus sellitos correspondientes, por si pasa algo -por ejemplo, que desapareciera- tener claro quién es el técnico responsable).
Sin embargo, parece ser que el protocolo consistorial que ha establecido el Bertismo de CC con los documentos sensibles que llegan al Ayuntamiento es: Registro – ALCALDÍA – Incógnita (en función de lo que le convenga a Berto y a su bertismo de Coalición Canaria).
Control de información y poder:
¿Han oído eso de que quién controla la información tiene el poder? Pues lo que les estoy contando es lo más sibilino que me he tropezado en ese sentido, con el agravante de que se trata de una Institución Pública. Es decir, un organismo cuyo aparato administrativo-burocrático debe funcionar de forma autónoma, sin injerencias ni control político y siempre en base a la legalidad vigente y al interés de los administrados. Cuesta encajar en todo ello que la Alcaldía controle de forma arbitraria y subjetiva si deben llegar a la Secretaría o a cualquier otro departamento municipal los documentos que le conciernen, cuándo deben llegar,…
Insisto en la pregunta de más arriba, ¿y ahora?
¿Ordenará la secretaria el inicio de una investigación para depurar responsabilidades? ¿Lo ordenará el alcalde -jajajajajjajajaja-? ¿Lo solicitará la apazguatada oposición de Arona? (ellos verán, pero esto tiene toda la pinta de acabar en los juzgados 😉 ).
Y aparte de eso, ¿tomará alguien cartas en ese desajuste del control documental-informativo del Ayuntamiento de Arona para fijar el protocolo lógico y responsable que debe regir el manejo de los documentos que entran al Ayuntamiento a través del Registro?
¿Informará ahora la secretaria sobre la compatibilidad-incompatibilidad de Berto?
Ejem, y otra duda peliaguda, ¿informará ahora la secretaria sobre si el alcalde es compatible o no para seguir en el cargo? Porque por mucho que un juzgado gallego haya informado al Ayuntamiento de Sada que su inhabilitado teniente de alcalde no tiene que dimitir hasta que su sentencia no sea firme, eso no es vinculante para el consistorio aronero… Pongámonos en el supuesto de que otra instancia judicial contradijera a ese juzgado gaitero y su teniente de alcalde tuviera que dimitir, ¿qué dirían la secretaria y la oposición de Arona para justificar su inactividad en tan delicado asunto?
JAJAJAJJAJA, otra vez demostrado que Berto es gafeeeeeeeee. Pero en mayúsculas: GAFEEEEEEE 😆 . Y torpe a más no poder el tío 😉 . Él respirando aliviado porque la mismísima BlancaHari informó de que un juzgado había informado que el inhabilitado teniente de alcalde de A Coruña no tiene que dimitir hasta que su condena no sea firme, y zaaaaaaas, le revienta en todo el hocico el aparente plan que urdió para que la secretaria no pudiera informar que es incompatible para el puesto y se tiene que ir (que es lo que marca la legislación vigente).
Ya les contaré más cositas sobre este escándalo del trapicheo de documentos oficiales (ya saben que en la Aronalandia de Bertorrente siempre baten el récord del todavía más y más fuerte).
Ainsssss, y tengo una bomba entre manos que deja este escándalo a la altura de cuento infantil. Qué ganas de contarla, xd. Pero no pueeedoooor todavía. Demasiado prometedor y bien urdido el espectacular plan antibertorrente puesto en marcha por un fiera de la maquinación (nada que ver con la mochila denunciadora de José Antonio, que los veo venir, malpensados 😉 ).
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